Yo escribo todo el tiempo. Escribir ha sido, desde que me
conozco, mi válvula de escape. Si estoy feliz, escribo; si estoy preocupada,
escribo; si tengo una gran molestia, escribo; si tengo dolor, escribo. Hoy
escribo con una gran tristeza en el alma. Uno de esos dolores que te perfora el
corazón y de los que crees que no será posible salir.
Hoy se ha ido un ser al que he considerado un maestro e
inspiración en mi vida, tanto profesional como personal. Hace siete años
escribía yo un post dedicado a él. Los sueños no tienen edad se llamaba ese texto que escribí sobre este hombre
que fue ejemplo de vida para quienes lo conocimos.
Pudiera hacer una lista de las cosas que admiraba y
siempre admiraré de Gilberto Aristimuño y seguro que me quedaré corta. Su don
de gente, su risa fácil, su perseverancia, su
constancia, su verbo sabroso, sus cuentos que hipnotizaban, su amor por la
familia, su espíritu colaborador, su amistad sin límites, su mano siempre
tendida, y así pudiera seguir, porque con cada lágrima me llega un recuerdo
más.
Gilberto fue el padrino espiritual de mi libro. Antes de
presentarlo formalmente, un día de junio, en la intimidad de mi sala, mi
familia y la suya nos reunimos para que él le diera su bendición. Sé que puso todo su amor en ese acto simbólico y llenó de energía
positiva a ese sueño que yo acababa de cumplir.
Gilberto se fue. Su cuerpo necesitaba descansar porque él
era de los que no le daba tregua a la vida. Siempre despierto, siempre
pensando, siempre al pie del cañón. Eso reconforta a quienes tuvimos el inmenso
privilegio de contar con él en nuestro camino. Vivió a plenitud y entregó todo
lo que había en su corazón para entregar.
Hoy estoy triste, es verdad. Lo voy a extrañar, claro que
sí. Pero sé que cada vez que piense en él podré esbozar una sonrisa y recordaré
que en nuestro último encuentro, a pocos días de su partida al visitarlo en la
clínica, me regaló su sonrisa y no pudo aguantarse un comentario pícaro y dicharachero: "carajo, tan buenamoza como
siempre". Gracias, Gilberto, por haber existido y darme la dicha de tu
amistad. Gracias por haber sido y ser por siempre uno de los ladrillos más
hermosos de mi vida en construcción.
Bello tributo a tu guía espiritual... QEPD
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ResponderEliminarHoy es una de esas veces en las que no me conformé con los recuerdos que me acompañan siempre de de mi viejito amado y me puse a hurgar y encontre este hermoso escrito que me llena el alma.
ResponderEliminarGracias Carolina
Gilberto está y estará siempre con nosotros <3
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