Casada con un chileno desde hace 23 años, he aprendido a conocer y amar a ese país aunque nunca he tenido la oportunidad de visitarlo.

El texto con el que gané fue el siguiente:
AUNQUE MI SANGRE NO SEA CHILENA
Y me siento en la lejanía, a conocerte y amarte, aunque en mis venas no corra ni una sola gota de sangre araucana, mapuche o aymara. Y le digo al caribe de mi cuerpo que se sosiegue en tu cordillera, guardiana de la infancia de mi amado; y le pido que descanse en el azul intenso de tu mar, menos cálido que el que enfrente tengo, pero que me mece en la distancia con arrullos de delfines y ballenas.Y le enseño a mis hijos tu himno, porque la patria se siente y se vive aunque no nazcas en ella.Calores norteños y fríos australes llenan mi alma a diario y me hacen extrañarte, aunque tu suelo nunca haya pisado.
Me has conmovido amiga mía. La primera parte porque muestra como el amor nos hace "amar lo que el otro ama" y lo que el otro ES.
ResponderEliminarMe hizo recordar a Isabel Allende cuando describe su país,sus paisajes, olores, sabores, sonidos, su gente. Y luego de vivir tantos años en Venezuela,comparar nuestro escandaloso ser caribeño con el discreto y austero chileno.
El final del comentario es para darte toda la razón cuando hablas de cómo se siente la patria en la lejanía. Nací y viví en Venezuela,teniendo a mi padre y parte de mi corazón en Italia, aunque viviera aquí sólo en mi primera infancia. Los italianos de aquí no logran captar que nosotros los que estábamos o están, fuera también nos sentimos italianos.Recuerdo una vez que una compañera nuestra de religión hebrea me dijo: este tipo no entiende que yo nací en USA,soy venezolana y soy judía.Y es la pura verdad!
Muy bueno, claro que tenía que ser ganador!
Mary Fabbri
Grazie cara amica. Ti voglio bene.
ResponderEliminartia no lo habia leido que lindo!
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