Hoy comienzo la semana cambiando de dígito. Me gustan los
nuevos comienzos. Creo que cada cumpleaños es una excelente oportunidad para reflexionar sobre el momento que estoy
viviendo. Ese presente que a fin de cuentas es el único tiempo que realmente
tenemos.
No me puedo quejar, al contrario, tengo mucho que
agradecer en esta etapa de mi vida, o tal vez es que como he asumido el
agradecimiento como una práctica constante me es imposible pasar de largo ante
cada maravilla que me toca vivir. Desde el respirar profundo al despertar (¿qué
mayor milagro que ese?), hasta el acostarme cansada enumerando las vivencias y
el aprendizaje de cada día.
Pero esta entrada va más allá de la circunstancia de mi
cumpleaños. Quiero dedicarlo a una hermosa iniciativa de dos chicas
inteligentes y bellas a quienes tuve el privilegio de tener como alumnas en mis
tiempos de docente universitaria. Lo que han hecho estas dos bellezas es de las
cosas que se logran cuando uno organiza su clóset mental.
Luego de sacar de su armario ese fastidioso miedo a lo
desconocido, desechar inseguridades colgadas en algún gancho oxidado, y botar una
que otra creencia limitante que ocupaba espacio por gusto, se dieron cuenta de
que tenían un mundo a su alcance y la habilidad, entereza y coraje para conquistarlo.
Comenzaron con una idea que se fue transformando en sueño,
para luego convertirlo en un objetivo a lograr más temprano que tarde. Así
nació Elefantes y ratones, una
hermosura de página que estoy segura será un éxito total porque en cada detalle
está el corazón de estas chicas impregnado como un sello.
Me encanta una frase con la que explican Yenny y Diva lo
que significa EyR: "Elefantes y ratones es una analogía para representar el miedo
que sienten los adultos, en este caso representado por los elefantes, frente a
seres tan pequeños e indefensos como sus hijos, es decir, los ratones".
Ellas se dieron a la tarea de buscar profesionales
en distintas áreas que colaboraran con la página a fin de ayudar a los papás en
la labor de criar a sus hijos, y lo lograron. Y no es para menos, porque cuando
se tiene una idea que significa un aporte para los demás, no son pocos los que
están dispuestos a poner su granito de arena.
¿Qué les puedo decir? La página es bella, bien pensada,
alegre, y lo más importante, con muchísima información de utilidad para los
papás novatos y los no tan novatos, que para todos hay.
Estas son de esas cosas que me hacen siempre estar
agradecida de la vida. De esos detalles que me hacen sonreír y sentir los rayos
del sol aun en los días nublados.
Yenny y Diva están comenzando un nuevo camino y estoy más
que segura que disfrutarán un montón el recorrido. Yo, como siempre, sigo
poniendo ladrillos bonitos como este en mi vida en construcción.
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