Carolina González Arias

lunes, 12 de mayo de 2014

De elefantes y ratones

Hoy comienzo la semana cambiando de dígito. Me gustan los nuevos comienzos. Creo que cada cumpleaños es una excelente oportunidad  para reflexionar sobre el momento que estoy viviendo. Ese presente que a fin de cuentas es el único tiempo que realmente tenemos.
No me puedo quejar, al contrario, tengo mucho que agradecer en esta etapa de mi vida, o tal vez es que como he asumido el agradecimiento como una práctica constante me es imposible pasar de largo ante cada maravilla que me toca vivir. Desde el respirar profundo al despertar (¿qué mayor milagro que ese?), hasta el acostarme cansada enumerando las vivencias y el aprendizaje de cada día.
Pero esta entrada va más allá de la circunstancia de mi cumpleaños. Quiero dedicarlo a una hermosa iniciativa de dos chicas inteligentes y bellas a quienes tuve el privilegio de tener como alumnas en mis tiempos de docente universitaria. Lo que han hecho estas dos bellezas es de las cosas que se logran cuando uno organiza su clóset mental.
Luego de sacar de su armario ese fastidioso miedo a lo desconocido, desechar inseguridades colgadas en algún gancho oxidado, y botar una que otra creencia limitante que ocupaba espacio por gusto, se dieron cuenta de que tenían un mundo a su alcance y la habilidad, entereza y coraje para conquistarlo.
Comenzaron con una idea que se fue transformando en sueño, para luego convertirlo en un objetivo a lograr más temprano que tarde. Así nació Elefantes y ratones, una hermosura de página que estoy segura será un éxito total porque en cada detalle está el corazón de estas chicas impregnado como un sello.


Me encanta una frase con la que explican Yenny y Diva lo que significa EyR: "Elefantes y ratones es una analogía para representar el miedo que sienten los adultos, en este caso representado por los elefantes, frente a seres tan pequeños e indefensos como sus hijos, es decir, los ratones".
Ellas se dieron a la tarea de buscar profesionales en distintas áreas que colaboraran con la página a fin de ayudar a los papás en la labor de criar a sus hijos, y lo lograron. Y no es para menos, porque cuando se tiene una idea que significa un aporte para los demás, no son pocos los que están dispuestos a poner su granito de arena.
¿Qué les puedo decir? La página es bella, bien pensada, alegre, y lo más importante, con muchísima información de utilidad para los papás novatos y los no tan novatos, que para todos hay.
Estas son de esas cosas que me hacen siempre estar agradecida de la vida. De esos detalles que me hacen sonreír y sentir los rayos del sol aun en los días nublados. 
Yenny y Diva están comenzando un nuevo camino y estoy más que segura que disfrutarán un montón el recorrido. Yo, como siempre, sigo poniendo ladrillos bonitos como este en mi vida en construcción.

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