La Navidad es un día diferente. Más allá de las
creencias individuales, esta jornada tiene una luz distinta y un tiempo que
marcha a otro ritmo.
Lo que más deseo en esta fecha de energía especial es
que cada uno, más allá de cosas materiales, reciba:
- toneladas de paz para calmar el alma
inquieta;
- comprensión para entender lo que se hace
inexplicable;
- valor para enfrentar los cambios por difíciles
que sean;
- fe para confiar en que todo pasa;
- capacidad para perdonar y así liberar el corazón
de resentimientos y culpas;
- y amor sin medida para llegar a ser lo que
estamos destinados a ser.
Ojalá esta luz que ilumina con más intensidad y este
tiempo que camina al compás del corazón puedan quedarse en cada uno de nosotros
como acompañantes constantes que nos permitan ser mejores personas cada día para poder
seguir poniendo ladrillos en nuestra vida en construcción.
❤
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