Carolina González Arias

sábado, 17 de diciembre de 2011

Brindemos por Sol


Hay  textos que se hacen de rogar y son más difíciles de escribir que otros. Hay unos en los que a lo mejor un nudo en la garganta y un apretón en el alma  dificultan el encontrar las palabras exactas que expresen lo que se tiene adentro.  Otros, por la cantidad de sentimientos que mueven y la esperanza que se pone en ellos, se escriben de un tirón, sin pensarlos, solo dejando que el corazón le diga a los dedos cuáles teclas ha de pisar.
Hace aproximadamente un mes escribí el post Solange somos todos confiando en que la palabra escrita cuando lleva una verdad a pasear por el mundo sirve y servirá siempre para lograr objetivos insospechados, en este caso, hacer ruido sobre el caso de Sol, no dejar que la injusticia se nos convirtiera en cotidianeidad  porque de allí a la resignación solo hay un paso.
Las palabras que escribí sobre Solange se multiplicaron. Los que vinieron por estos lados a leer sobre Sol  se dieron a la tarea de convocar a otros para que vinieran a conocerla. Otras personas escribieron también sobre la  injusticia que se estaba cometiendo con esta mujer, en cuyo lugar pudimos haber estado cualquiera de nosotros. La energía que se creó alrededor de la causa de Sol tomó vida propia, y el pequeño rumor se hizo un estruendo que en este momento en que escribo es un gran grito de alegría pues Sol está en su casa abrazando, besando y disfrutando a sus hijos y a su familia.
Sí, Sol desde ahorita tiene su casa como sitio de reclusión. Esto no hace más que darnos la fuerza para continuar la lucha, la cual solo acabará cuando Sol obtenga la libertad plena y se haga  justicia no solo con ella sino con los miles de injustamente privados de libertad que existen en nuestro país.
Que nadie dude jamás del poder de la palabra difundida en búsqueda de la justicia, de la verdad y de todos los más altos valores del ser humano. Una verdad expresada a los cuatro vientos no podrá nunca ser vencida por la mentira y la justicia sumisa al poder.
Sol no se dejó amilanar durante estos dos años de encierro. Sigamos su ejemplo y no dejemos nunca de colocar ladrillos en nuestra vida en construcción.

1 comentario:

  1. Bello Caro y especialmente cierto esto que escribes. Aún recuedo cando Gioco te pidió ayuda hace tan poco.. . en esos días había tanta desazón e incertidumbre. Y fue como una bola de nieve que se echo a rodar desde la cumbre más grande y fue creciendo , creciendo haciendo ruido ... y logró su cometido, por lo menos el de que Solange esté ahora en su casa con su familia. Esperemos que se haga total justicia y se demuestre su inocencia!!

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