Carolina González Arias

lunes, 23 de agosto de 2010

Familias postizas

Para qué les voy a mentir. No he estado con ánimo de escribir ni medio post. Se han dado cuenta ¿verdad? Sólo he pasado por aquí una vez al mes a publicar las fotos de La Vuelta al mundo.
Sí, yo sé que la idea de este blog era escribir sobre vivir la vida minuto a minuto, disfrutar cada momento, etc, etc, etc. Pero qué les puedo decir, a veces hasta el más optimista ve una nube gris en el cielo. Y al parecer salió mi número en el bingo de las nubes grises.
No voy a ponerme a detallar las situaciones que me han llevado a sentirme como si me faltara material de construcción para seguir en esta obra, pero de que no la he pasado bien, no la he pasado bien.
Pero como no hay negro sin blanco, ni lluvia sin arcoiris,  los malos ratos me ayudan a disfrutar y a saborear con más deleite los buenos momentos y las buenas cosas.
Dentro de este mar picado con el salvavidas ponchado, el pana mayor ( el de arriba, el power man, Papá Dios) se ha encargado de darme señales de que,  como dice una amiga mía, “Dios aprieta y cuando te ve morado, con el cerebro frito y el cerebro colapsado, te suelta”. Las cosas a veces se ven negras pero todo pasa, a lo mejor no lo rápido que queremos, y si afinamos bien la mirada, nos damos cuenta de que hay lucecitas en el camino, la cuestión es que sepamos verlas y seguir a donde nos lleven.
Una de los cambios de luces que alcancé a ver fue la importancia que en mi vida siempre ha tenido lo que yo llamo la “familia postiza”. Mi familia sanguínea es muy corta. Hija de inmigrantes, ambos de familias cortas, cortísimas. De parte de mi madre, unos abuelos, una tía y unas primas a los que sólo vi una vez en mi vida pues son de un país con una situación especial que hizo imposible una relación estrecha. Por parte de mi padre, un tío y tres primos. Hasta allí llegó el núcleo familiar.
En vista de esto, he tenido la mejor abuela del mundo, las mejores madrinas, los mejores tíos y los mejores hermanos, ninguno de ellos con un ápice de ADN relacionado con el mío. Pura y legítima adopción de amor.
En estos días difíciles aparecieron algunos de ellos como ángeles de la guarda, sin aviso previo, a darme una mano en el momento que más lo necesitaba. Qué sensación más divina esa. Sentir la incondicionalidad del amor en toda su expresión. Si eso no es una señal clarita de que el universo nos dice cosas, explíquemelo usted.
Otra señal de esas que no se pueden dejar de ver porque brillan como soles son,  por supuesto, mis cuarens, esas hermanas que la vida me ha brindado sin pedírselas. Siempre ahí, puede ser en mi país, o desde Italia, Canadá o Estados Unidos, lejos pero con el corazón y la mano que no te deja caer, bien cerquita.
Los motivos de mi desánimo todavía están presentes, pero saber que cuento con una gran familia que aunque no tenga mi misma sangre, es un derroche de amor  y solidaridad, en las buenas y en las malas, me llena de ganas de seguir. Son las cosas que me dicen, en este momento, fuerte y claro en mi corazón: “Carolina, dale, sigue, que te ayudamos a poner los ladrillos en tu vida en construcción”

Esperanza
Siempre hay un rayito de sol iluminándote el camino

6 comentarios:

  1. Y aquí, en la distancia virtual, también tienes muchas manos amigas que han aprendido a aplaudir y admirar cada uno de los bloquecitos que pones en tu obra.
    Qué maravilla es poder contar con esa familia del corazón, la que no es impuesta por la genética sino voluntariamente escogida por el afecto sincero. Eres muy afortunada.
    Desde aquí te envío un abrazo bien apretado. Y como en tu foto, que sigan saliendo esos maravillosos rayitos de sol.

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  2. Gracias Vane, es cierto, en este mundo virtual he conocido gente linda como tú, que siempre están ahí, como Droopy. Un beso.

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  3. Aquí te va un abrazo de tu hermana italiana (los lagrimones de emoción) con mucho <3

    Mary

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  4. Caro, en ocacioenes me he sentido como tu...y es verdad la familia, que no siempre es la sanguínea, te levanta, te da ánimos. Yo aveces siento un estado de orfandad, mi famila, aunque esta en México, vive muy lejos y los amigos, esas personas que uno elige como amigos, se convierten en tu familia. Te mando un beso grande y todo mi cariño.
    Ah, se me olvidaba, esta padre tu nuevo look :-P

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